El actual Comando Sur, nació el 4 de diciembre de 1972. Fue fundada
por un grupo de muchachos hinchas liderados por Manuel Feijoo Silva.
Inicialmente se llamó "Barra Aliancista". Conservó este nombre de
manera oficial hasta que a finales de los setentas el periodismo y la hinchada
la rebautizaron como "Barra Sur", por su ubicación en los estadios.
Comando Sur se creó en octubre de 1986 como un grupo radical de muchachos de la
misma barra que se encargaría de encarar periodistas, que criticaran sin
fundamento a Alianza Lima, y a dirigentes y jugadores que no se dieran íntegros
por la Blanquiazul.
La forma radical de sus acciones y
postulados (Nuevas canciones, robo de banderas rivales, peleas, etc.) hizo que
los miembros más jóvenes se identificaran con este grupo. Por este motivo el
nombre trascendió y fue adoptado por la Barra y por toda la hinchada Aliancista
en el país. Actualmente el nombre oficial es: COMANDO SUR, la FIEL y LEAL # 12.
El proceso de crecimiento de la
Hinchada de Alianza Lima se inicia con la fundación misma del club en 1901. Serían
los familiares y amigos de los fundadores, junto a los vecinos de la calle
Cotabambas los primeros en sonreír con los triunfos y apenarse con las
derrotas. Este embrión que fue desarrollándose hasta tener forma de pueblo
adquirió alma y conciencia, voz y pasión con Quintín quien contagiaría a todos
aquellos que pudieron conocerlo y oírlo en los canchones donde se presentaba el
Sport Alianza. Cesar Miró en su libro "Los Íntimos de la Victoria"
dice de él: "Fanático del club, el hombre que lo seguía a todas partes,
símbolo y síntesis de lo que ahora se conoce con el nombre de 'hincha', que es
palabra argentina y no se usaba en esos tiempos. Quintín, así a secas,
encarnaba el espíritu de la pasión deportiva. Compartió los triunfos del club y
alguna vez, en las derrotas, su rostro debió tener la expresión de don Quintín
el amargao".
Esta pasión sería recogida por hinchas que
poblarían luego los tablones del viejo Estadio Nacional. Sus nombres se harían
celebres posteriormente. Uno de ellos seria Andrew de quien la revista
Variedades en su edición Nº 1181 del 22 de octubre de 1930 dice "el hombre
que quiere a Alianza más que a sí mismo, el mayor simpatizante de ese
equipo". Otro nombre que ya forma parte de la leyenda es la Mamita Rosa,
inmortalizada en el vals homónimo que en su letra dice: "Mamita Rosa de
Alianza Lima, no te veremos en las tribunas de norte y sur, fuiste testigo de
mil victorias y las derrotas de Alianza Lima cuadro campeón" No podemos
dejar de mencionar a la negra Tilín, quien era capas de agarrar a tacazo limpio
a aquel que osara burlarse de su club querido.
Así como ellos, miles de apasionados y anónimos
aliancistas se hicieron celebres en las tribunas, unos más, otros menos, como
aquellos hinchas que se dice formaron una barra en los años sesenta, pero que
no perduró. Solo se conoce esto por tradición oral. No se sabe quienes la
conformaban, ni que era lo que hacían o en que tribuna exactamente se ubicaban.
El mérito de ellos y de los
anteriores estuvo en que mantuvieron el espíritu de fidelidad hacia el club que
años después sería recogido por unos muchachos hasta entonces, desconocidos.